Tras la lectura del artículo “Errores al integrar las TIC en educación”, podemos hacer un análisis sobre cómo se están
usando las nuevas tecnologías en nuestras aulas y, por consiguiente, cómo
podríamos mejorar los errores que se cometen
El principal problema que abre paso a los
demás, es la mala calidad y la ineficacia tanto de las herramientas utilizadas,
como del lento acceso a Internet que hay en muchos colegios y los obsoletos softwares
que, lo único que consiguen es empeorar el rendimiento y dificultar la labor
docente.
Ante esta problemática, la solución podría
residir en emplear equipos tecnológicos de calidad y ofrecer una conectividad a
internet rápida y eficaz, ya que de lo que se trata es de facilitar el trabajo
tanto de docentes como alumnos y mejorar el rendimiento en esta era digital, no
de entorpecerlo.
Otro importante problema a destacar es la
falta de formación del profesorado a la hora de desarrollar la competencia
digital, ya que la falta de conocimiento deriva en un mal uso de las TIC. La
aplastante cifra del 45% de los docentes que no usan las TIC en el aula, es por
no saber utilizarlas.
Esto debe cambiar de manera radical, puesto
que hoy en día las nuevas tecnologías están totalmente integradas en nuestras
vidas. Es por ello que la escuela no debe quedarse desfasada en cuanto a esta
sociedad que nos rodea.
Este cambio a una “nueva escuela”, a una
nueva forma de ver la educación, depende de la formación constante del
profesorado.
Siguiendo la línea de la problemática en
cuanto a la introducción de las TIC en las aulas, nos encontramos con el uso en
sí que se les da a estas herramientas. No deben utilizarse en todo momento y
para todo tipo de actividades, si no que se deben usar de manera razonada y
planificada, siendo conscientes del fin que se pretende alcanzar con estas. Para
ello es necesario un uso complementado con otro tipo de herramientas y/o
actividades.
Otro problema relacionado con las TIC es que
la mayoría de los docentes imparte sus asignaturas utilizando estas
herramientas, pero lo hace de la misma manera que si no las tuviera. Es decir,
no ha cambiado en nada su metodología. Esto es algo que los profesores deben
cambiar a la hora de integrar las TIC, puesto que así no se consigue nada.
Otro aspecto a cambiar es el diseño y
distribución espacial del aula. Normalmente los ordenadores se encuentran
pegados a la pared, por lo que la interacción y comunicación entre los alumnos
y el profesor, se ve dificultada.
La distribución, junto con las TIC, debe
asegurar una mejora tanto en la comunicación como en la visibilidad de todos
los integrantes del grupo, junto con el profesor.
Otro aspecto muy importante es disponer de un
software de gestión y control del aula, que en muchas ocasiones, es
inexistente.
En este caso, es conveniente contar con
herramientas que permitan conocer y controlar el trabajo de los alumnos, así
como el uso que dan de los ordenadores y de Internet.
Por último, otro aspecto significativo es la
deficiente formación paterna. Debido a esto, las familias tienden a rechazar
aquello que desconocen, por lo que se hace más difícil el cambio hacia un nuevo
modelo educativo.
Para combatir este problema, sería necesario
formar a los padres y madres para que el cambio pueda ser abordado por todos, y
la colaboración familia-escuela sea integral.
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